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Expectativas y Ego

Expectativas…

Hay pocas cosas tan dañinas como las expectativas. 
Vivimos en un mundo de expectativas hacia los demás.

Nuestras expectativas son como el cine mudo. 
Nadie las oye, porque no las dices. 
El problema es que las esperas. 
Igual que si las hubieras dicho.

Esperas un comportamiento de los demás.
Esperas unos resultados de los demás.
Esperas acciones de los demás.

Sólo porque a ti te parecen las lógicas.
Pero tu lógica es tuya. Sólo vive en ti.
No existe en la cabeza de los demás.

Por otro lado, ¿sabes qué?
Los demás tienen expectativas puestas en ti.
Y claro. Tu tampoco las estás cumpliendo.
Vaya.
En eso no había pensado.
¿Cómo quieren que cumplas con las expectativas de los demás si no te las han comunicado?
Imposible.

A veces por miedo a que les digas no.
Otras por orgullo porque piensan que deberían salir de ti.
El caso es que nadie te comunica las expectativas.
Así que ¿sabes qué? No se van a cumplir.
Y alguien se va a enfadar, disgustar o decepcionar.
Qué gratuito.

Con lo fácil que hubiera sido comunicar.
Eso es. Comunicar y no esperar.
Si esperas algo de los demás, quizá no llegue.
Si esperas, tampoco.

Así que si esperas algo, comunica.
¿Quieres algo? Comunica
¿Quieres sufrir menos disgustos? Comunica tus expectativas

Vive con 0 expectativas en tu mente.
Mátalas.
Comunícalas para que se conviertan en hechos
Al fin y al cabo ¿no es lo que querías?

No tengas expectativas.
No esperes que los demás cumplan tus órdenes mudas.
Tus sueños ocultos.
Comunica y más de la mitad de tus problemas, desaparecerán.
En el trabajo. En la oficina. Es el leitmotiv de todos los días.
Decepciones por falta de comunicación. 

-«Espero que hagas…» -«Espero que me digas..» -«Espero no tener que decir…» 
Esperas, pero no comunicas.
Esperan, pero no comunican.
La magia no existe y deberías saberlo.
La magia se crea.
Sólo tienes que comunicar.

Eliminarás las expectativas secretas.
Y permitirás que lo que quieres, se haga realidad.
Nuestra sociedad tiene un problema. Se llama expectativas. Nadie más que tú las conoce. Comunícalas.
Exige a los demás que te cuenten las suyas. A veces no te entenderán. O más bien no querrán entenderte. Pero ese no es tu problema.
De nuevo -«Los demás deberían hacer por mi…» Pero sin decirlo.

La expectativa es hija del ego.
Hoy es el día perfecto para comenzar a comunicar tus expectativas.
Hazlo.
Comunica.
Y ten 0 expectativas.

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