–¿Cómo van las cosas con el director de marketing?
–Es desalentador. Va totalmente a su marcha….
–¿Cómo van las cosas con tu equipo?
–Muy decepcionantes. En general nadie cumple….
–¿Nadie cumple…?
–No cumplen con las fechas de entrega, no cumplen con los objetivos, … no cumplen con nada.
–¿Cuál ha sido tu acuerdo con ellos?
–¿…? ¿A qué te refieres?
(…)
No se cumplen las Expectativas. Este es uno de los problemas más repetidos en las empresas. Cualquier persona que tenga otras a su cargo espera que estas consigan cosas. Esperan que sus subordinados produzcan resultados, obtengas rendimientos… en una palabra, tienen Expectativas. Sin embargo, en muchas ocasiones no se alcanzan. Entonces ¿cómo podemos lograr que se haga lo que buscamos? Veamos.
–Hemos tenido un gran problema. Deberíamos haber terminado y entregado el trabajo al cliente el martes.
–¿Y qué ocurrió?
–Lo terminamos el viernes y el cliente estaba muy enfadado. Tememos perder algunos contratos con este mismo cliente. Nuestro equipo no cumplió con las expectativas. Dudo de que tengamos el personal adecuado…
¿Qué sucede cuando no se alcanzan las Expectativas?
En demasiadas ocasiones, las Expectativas producen malos resultado y arruinan las relaciones.
Entonces ¿qué podemos hacer? Lo primero es olvidarnos de las Expectativas y lo segundo es llegar a Acuerdos. Acuerdos y no Expectativas. Veamos la diferencia antes de entrar en mayor detalle.
–¿Podrás terminar el trabajo para el martes?
–No lo veo factible. Demasiadas reuniones con el cliente y demasiadas tareas para un equipo que de por sí es escaso.
–¿Cómo te podrías comprometerte para tenerlo para el martes?
–Necesitaría una persona más a tiempo completo y otra más a tiempo parcial para momentos puntuales. Con ellas me podría comprometer.
–De acuerdo, las tendrás.
Un Acuerdo. Siempre esperamos que los demás hagan lo que queremos que hagan… por tanto tenemos Expectativas. Sin embargo, lo extraño es llegar a Acuerdos. Justo aquello que mejor funciona. Las cosas no se logran por expectativas. Se logran por acuerdos.
Cuando tenemos Expectativas lo que tenemos es un acuerdo unilateral. Queremos que los demás hagan algo en el tiempo y forma que nosotros queremos y con los recursos que tienen.
En cambio, cuando Acordamos algo bilateralmente, hacemos algo que es mucho más fuerte que una simple Expectativa. Ambas partes damos nuestra palabra. Nadie nos ha impuesto la suya. Hemos llegado a un Acuerdo.
Las personas no deseamos vivir conforme a las expectativas de otra persona. Quizá alguien piense que se deben cumplir las expectativas, porque como trabajador, tienes un contrato que cumplir. Pero el ser humano no funciona así. Déjame que te diga algo. No hemos venido a este mundo para vivir por y para las expectativas de otra persona. Pero por lo que haremos un gran esfuerzo es por cumplir nuestra propia palabra cuando además la hemos dado libremente. Justo lo que hacemos cuando creamos Acuerdos. Tan sencillo como poderoso. Tan opuesto como eficaz.
“Con Acuerdos abrimos la puerta al compromiso, a la superación y al trabajo en equipo, aquello que las Expectativas impiden.”
Los Acuerdos son creativos, porque los creamos al menos entre dos personas y no sólo una como ocurre en las Expectativas. Los Acuerdos tienen una alta dosis de valentía porque haremos lo que esté en nuestra mano para cumplir nuestra palabra, a diferencia de las Expectativas que nacen como una imposición, en muchas ocasiones desconsiderada. Son pura obligación. Una imposición unilateral.
Los Acuerdos son menos estresantes porque conllevan un sutil -me preocupo por ti- en lugar del “miedo” que produce el implícito -haz esto a mi manera, no hay más que hablar porque además es tu obligación-.
Constantemente veo en empresas a personas deseando hablar con alguien para contarle lo molestan que se encuentran con otras. Lo decepcionadas que se sienten. Muchas veces la crítica inunda las conversaciones. Lo sorprendente es lo fácil que resulta solucionarlo. Cuando un trabajo parte de una expectativa, menos posibilidades hay de que se cumplan. Las Expectativas reducen las probabilidades de éxito y la decepción nos conducirá tanto a la crítica como a la desconfianza. Las Expectativas, cuando no se cumplen, arruinan las relaciones. Las expectativas unilaterales suelen desembocar en críticas, los acuerdos bilaterales, nunca.
“A mayor Expectativa, mayor decepción”
A las personas, sencillamente no nos gustan las expectativas que otros ponen sobre nosotros. No es cuestión de opiniones, no nos gustan. No traen nada bueno. Verás, no hay nada emocionante en cumplir con las Expectativas. Piénsalo. Se espera que cumplamos con las Expectativas al menos porque son una “obligación” contractual. Por eso no tienen nada de atractivo. Para entendernos mejor, las Expectativas son un “rollo”. Pero por el otro lado ¿qué pasa si no la cumplimos? Entonces vienen la decepción, el sentimiento de traición… Así que las Expectativas si las cumplimos, no traen nada especial y si no las cumplimos, entonces traen decepción. En definitiva, no trae nada bueno. Como podrás ver “las expectativas de las expectativas” son, o un rollo o una decepción. ¡Guau! ¿Por qué no cumplen con mis expectativas? Ahora ya lo sabes.
Es más, en cuanto un superior nos pone delante una expectativa, constantemente nos estamos revelando contra ella. No es nuestra por lo que no tiene nada de nosotros. Y buscamos excusas. Nos preparamos para luchar contra ella, para el momento de rendir cuentas. Las expectativas son cobardes. Es demasiado fácil inundar a los demás con un mar de Expectativas y esperar a que te satisfagan.
“Una expectativa es un deseo tuyo, y de nadie más”
No necesitamos Expectativas cuando podemos vivir mucho mejor con Acuerdos.
Estoy seguro de que le estás buscando algún punto flaco a los Acuerdos. Estoy convencido de que te estás preguntando, ¿qué pasa si un Acuerdo no funciona? Pues básicamente pueden suceder dos cosas:
- O bien que tu liderazgo en algún aspecto debe ser reforzado. Es decir, quizá debes reestudiar tus Acuerdos haciendo saber algo que no quedó suficientemente claro y llevarlo a un nuevo y mejor Acuerdo. Te deberías preguntar ¿es necesario y posible llegar a un mejor acuerdo?
- O bien que si alguien está demostrando que no cumple con su palabra, incluso que te engaña, probablemente no debes trabajar con esa persona.
No pongas expectativas en los demás, en su lugar llega a acuerdos con los demás (además, te servirá para ser más productivo). Paradójicamente, los Acuerdos no son más que Expectativas… con la diferencia de que la otra persona se las autoimpone. No deberíamos hacer a los demás responsables de nuestros deseos, sino ayudarles a que se hagan responsables de su palabra. De lo primero a lo segundo, hay un mundo de diferencia.
Las Expectativas no funcionan, los Acuerdos sí.
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